Seminario Juan Pablo II
Casa de formación de los futuros sacerdotes de la Diócesis de San Jacinto de Yaguachi
Dia de integración
domingo, 29 de julio de 2012
¿Qué es el Sacerdocio?
El sacerdocio es una llamada de Cristo a vivir una relación con Él sirviendo a su pueblo. No contento con dejar a su pueblo con la simple memoria de su amor redentor, Cristo elige a algunos de sus seguidores (los apóstoles) para continuar su trabajo en la Tierra hasta el final de los tiempos. El sacerdocio es una extensión de esto y por tanto la continuación de la labor de Cristo en el mundo de hoy.
Aunque toda la Iglesia es un pueblo sacerdotal, compartiendo el sacerdocio de Cristo por medio de sus sacrificios diarios, oraciones y divulgación del Evangelio, Dios llama a personas específicas para que sirvan en su nombre en medio de la comunidad. Estas personas son los sacerdotes.
Aunque toda la Iglesia es un pueblo sacerdotal, compartiendo el sacerdocio de Cristo por medio de sus sacrificios diarios, oraciones y divulgación del Evangelio, Dios llama a personas específicas para que sirvan en su nombre en medio de la comunidad. Estas personas son los sacerdotes.
Para descubrir el plan de Dios se realiza un proceso de discernimiento. A continuación detallamos algunos pasos para descubrir este plan:
- Quédate en silencio para que puedas escuchar la voz de Dios que te llama. Emplea tiempo para rezar y meditar en silencio sobre tu vocación, especialmente delante del Santísimo Sacramento.
- Busca un director espiritual –alguien con quien puedas abrirte- que te pueda ayudar a desarrollar tu relación con Dios y a conocerte mejor a ti mismo.
- Entra en contacto con un director espiritual de vocaciones. Hablar con un director de vocacionesno quiere decir que tengas que llegar a ser un sacerdote; pero te permitirá conocer más de cerca la vida sacerdotal. Para la Aquidiócesis de Nueva York, el Director de Vocaciones es el P. Luke Sweeney.
- Lee acerca de la vida religiosa y sacerdotal.
- Participa en los retiros “Ven y Verás”.
- Espera en el Señor. Discernir tu vocación es un proceso. El tiempo de Dios siempre es perfecto; pero ¡ a menudo nos parece demasiado largo!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)